El Alzheimer es una enfermedad cerebral que afecta progresivamente la memoria, el pensamiento y la capacidad de realizar tareas cotidianas. Quienes la padecen suelen experimentar cambios significativos en su comportamiento y personalidad. Según el portal Alzheimers.gov, esta condición, también conocida como demencia, se manifiesta a través de alteraciones en la forma de pensar, recordar, razonar y comportarse.
Uno de los signos más comunes es la dificultad para recordar palabras específicas, lo que lleva a pausas frecuentes o prolongadas al hablar. Por ejemplo, una persona con Alzheimer podría tener problemas para encontrar la palabra correcta y, en su lugar, usar términos vagos como “cosa” o recurrir a descripciones largas para compensar. Además, pueden usar palabras de manera incorrecta, sustituyendo términos por otros relacionados pero inexactos, como decir “gato” en lugar de “perro”.
Otra señal temprana es la tendencia a hablar sobre una tarea en lugar de realizarla. En vez de completar una actividad, alguien con Alzheimer podría expresar sus dudas o dificultades, diciendo cosas como: “No estoy seguro de poder hacer esto” o “Antes se me daba bien esto”. Esto refleja no solo problemas de memoria, sino también una disminución en la capacidad para llevar a cabo acciones que antes eran rutinarias.
El lenguaje también puede volverse más limitado y repetitivo. Las personas con Alzheimer tienden a usar un vocabulario más simple, recurriendo a las mismas palabras básicas una y otra vez, en lugar de emplear un lenguaje variado y rico. Además, pueden usar conectores como “el”, “y” o “pero” con mayor frecuencia, lo que evidencia una pérdida de fluidez en su expresión. Finalmente, quienes padecen Alzheimer pueden tener dificultades para recordar palabras, objetos o conceptos específicos, especialmente cuando se trata de categorías. Por ejemplo, podrían tener problemas para nombrar diferentes tipos de alimentos, partes del cuerpo o palabras que comienzan con la misma letra. Esta dificultad tiende a empeorar con el avance de la enfermedad, afectando cada vez más su capacidad de comunicación y su independencia.
